#1. Gracias 2022 y feliz 2023!!!

Este es un correo que mandé a todos los que están suscritos para recibir mis correos / boletín informativo / newsletter.

PD: Si quieren recibir el Newsletter, suscríbanse (al final de la página) y asegúrense de aceptar el correo porque al principio llegará a su SPAM o a la carpeta de PROMOCIONES. 

 

Hola queridos amigos de Pía Pottery! 

 

Aquí aparezco (en sus correos) después de añales y ahora en este blog!!! 

 

Tengo la intención de, en este 2023, modificar muchas cosas de Pp, y entre ellas, la manera en que me comunico con ustedes. Me pasa que tengo muchísimas cosas que contarles, y siento que nunca logro organizarme o resumirlo en posts! Entonces, quiero poder escribirles un BUEN email por mes, lo cual me suena súper factible dentro de mi dinámica. 12 correos por año, bien sentidos, bien reales - más profundos que un post o un reel de un minuto.

 

Pía Pottery es, en su esencia, un proyecto de sanación y superación personal. Este año abrimos un espacio cuya intención es poder recibirlos (sin cita) y poder compartir, con todos los que sientan interés, la magia del barro y todo lo que yo, personalmente, pude encontrar en la mezcla de "agüita con tierra". 

 

Por qué digo que es un proyecto de sanación y superación personal? Se los cuento en enero con lujo de detalle, ya que es una larga historia 🙂 

 

Quería también escribirles este correo para hacer un buen cierre de año. Este año fue como ningún otro. Fue muy duro, un reto emocional ENORME. Les hago un resumen: 

El 22 de abril falleció mi abuela Oma (también se llamó Pía - Pía Amalia Urdangarín), quien me crió como una madre y con quien viví desde el día que nací hasta los 28 años que me fui de mi casa. Y a los 30 volví a esa misma casa a comenzar Pía Pottery (aunque no vivía ahí) en el espacio de 3x3 metros que supuestamente era el área de BBQ, aunque nunca se usó para ese fin. Entonces, desde mis 30 hasta este año (ya son 36), la ví casi que todos los días, almorcé con ella casi todos los almuerzos, y llegaba a "revisar" mi trabajo casi que a diario. Se asomaba con su ojo crítico y me decía algún comentario como: "está torcido" o "de este lado tiene una panza y de este otro no..." y a mi, obvio, me sacaba de quicio. 

 

Pero bueno, la cosa es que en diciembre del 2021 encontré el espacio que andaba buscando desde hacía mucho, para poner un Pía Pottery "abierto al público". Antes, los podía recibir en la casa de mi abuelita, pero les pedía cita para asegurarme que no hubieran calzones guindados en el tendedero, y otras cosas propias de tener el negocio en la casa de la familia, que por supuesto, también tiene su encanto. 

Diciembre y los primeros meses del 2022 se fueron negociando el espacio, diseñando, haciendo números y, cuidando a mi abuela (junto con mi familia) ya que su enfermedad, cáncer de páncreas (que descubrimos en agosto del 2020) empezó a manifestar su presencia. Entonces para mí fue como un "Yin Yang" entre la ilusión de empezar un nuevo proyecto, los nervios de poderlo tener a tiempo para que ELLA lo viera y a la vez, el dolor de acompañarla en sus últimos meses de vida. 

 

La logré llevar en Marzo (y tengo un video muy lindo que puedo compatirles en algún momento), vió el espacio vacío en obra gris, y le pude enseñar todos los planos y renders. Estaba muy orgullosa. 

El 22 de Abril se nos fué y el 10 de Julio, en su cumpleaños, abrimos Pía Pottery, Tienda y Taller, en Torre Las Loras. 

 

Otro cambio del 2022 fue que me asocié con mi pareja, Carlos (a.k.a Charlie, papá de Pillolino). También, desde hace mucho, andaba buscando a alguien que me ayudara a llevar la carga de mi negocio, alguien que escuchara mis ideas y me ayudara a ejecutarlas y a tomar desiciones. Yo soy una gran soñadora y máquina de ideas, pero me distraigo con una pelusa que pase volando en frente o un bichito y se me olvida en qué estaba. Llegué a la conclusión recientemente que tengo ADHD y cuándo le conté a mi psicóloga mi gran descubrimiento, me dijo: "Ah sí Pía, por donde sea que te vea, tenés deficit atencional". Duh! 

Entonces con Charlie hemos hecho una buena yunta. El me ayudó a aterrizar mi idea del nuevo taller y a E JE CU TAR LA!!! 

 

Y aquí nace otro tema... Yo pensé que este proyecto era nada más como una extensión de Pía Pottery, pero ahora entendí que es como un segundo proyecto "altogether". Ahora tengo 2 negocios!!! Son hermanitos, pero se comportan completamente diferente. Y esto ha sido un ENORME reto! Una cosa es la producción de piezas, a puerta cerrada, con el ruido de la lluvia y los pajaritos, y otra cosa es tener un espacio donde todos los días recibimos gente, todos con una pregunta, idea o solicitud diferente. Creo que es natural de un emprendedor, querer tener a todo el planeta contento y encontrarle una solución hecha a la medida para cada persona. Hasta que nos fundimos (todos pasamos por varios burnouts este año) y nos acordamos que nuestra línea de negocio es una, es la nuestra y no la de todos los habitantes del mundo! ja. Entonces hemos tenido que hacer muchísimos ejercicios de enfoque y reforzar el saber decir que NO, amablemente. Esa constante definición de nuestros objetivos, es un ejercicio muy lindo y necesario y... también se las trae (por lo menos para alguien como yo con tantas ideas). Aunque, quiero decirles también, que nos encanta escuchar sus ideas y sugerencias, esas SIEMPRE estarán bienvenidas! Está en nosotros la tarea de poder discernir entre algo que queremos adoptar o incorporar y lo que no.

 

Pero bueno, esto para decirles que ha sido un año atípico, muy retador, y MUY satisfactorio a la vez. Estamos enamorados del taller que diseñamos y construímos y sobre todo de ver cómo este espacio sigue siendo casa para conectar con gente especial, tener conversaciones muy reales y vulnerables, y seguir construyendo una comunidad para acompañarnos, compartir, crecer, y estar mejor, juntos. 

 

Para mí, no ha habido nada más poderoso que crear proyectos con mis manitas y el barro - y surfear. Son las 2 cosas que me cambiaron la vida y por eso, por lo menos la primera, la comparto con ustedes. 

 

Espero que este 2023 sea maravilloso para todos! En lo personal, deseo un año con más balance entre todas sus partes, es decir, trabajo, descanso, ejercicio, alimentación, mucha playa y compartir con amigos y familia. Y, espero verlos! Ya saben que cuando quieran puedan pasar por nuestro taller ya que estamos para chinearlos y aportar un poquito en sus vidas, su bienestar y felicidad. 

 

Gracias 2022 y feliz 2023 para todos!!! 

 

Con mucho amor, 

Pía 🙂